Branding - 14 abril 2019 - Sin comentarios
Como profesionales del marketing, más que el dinero de nuestros clientes, queremos su lealtad. Queremos que se enamoren de nuestra marca. Idealmente, buscamos una relación tan fuerte con ellos que haga que se queden con nosotros en los buenos y malos momentos…en la salud y en la enfermedad.
Conociendo un poco más sobre el amor
Evidentemente, el amor se basa en las emociones. Es un afecto profundo, movido por valores o experiencias compartidas. Además, el amor es irracional. Cuando amamos a alguien incondicionalmente, estamos dispuestos a perdonar sus transgresiones y fallas porque hay algo más profundo que impulsa nuestra conexión. El amor no es transaccional ni efímero. Es un compromiso genuino a largo plazo.
Los beneficios del amor hacia la marca
La lealtad hacia la marca es algo más que «sentir el amor» de tus clientes. La lealtad se puede traducir en beneficios comerciales tangibles como compras recurrentes, mayor participación de mercado y crecimiento de los ingresos a largo plazo.
Además, la lealtad hacia la marca puede hacer que los clientes acepten o pasen por alto lo que podrían considerarse transgresiones: precios premium, errores de relaciones públicas o fallas de productos. Estas debilidades son mucho más fáciles de aceptar para los partidarios cuando existe una conexión psicológica entre ellos y la marca.
Tu posición en la pirámide emocional
Si deseas establecer una conexión con tu público objetivo, utiliza mensajes que demuestren que entiendes lo que a Ellos les importa. Cuanto más profundas sean las necesidades y los deseos sobre los que te expreses, mayor lealtad podrás crear.
La psicología de la motivación explica que en la base de la pirámide de nuestras emociones se encuentran las necesidades básicas: requisitos fisiológicos como alimentos, calor o seguridad física.
Por su parte, el segundo nivel contiene necesidades psicológicas como la amistad, la pertenencia y la estima social, mientras que en la parte superior de la pirámide se encuentra la autorealización, el impulso para alcanzar el máximo potencial de uno mismo.
Todas las marcas satisfacen necesidades en algún punto dentro de esta jerarquía. Solo recuerda que las que solo responden a nuestras necesidades más básicas tienen menos oportunidades de ganar lealtad a la marca.
Cómo funcionan estas jerarquías
Las marcas que solo satisfacen las necesidades en la parte inferior de la jerarquía tienen más probabilidades de formar solo relaciones transaccionales con los clientes, debido a que estas necesidades son las más fáciles de satisfacer.
Si aparece una nueva marca que puede satisfacer esas mismas necesidades de manera más efectiva, se perderá la conexión con la tuya. Desde una perspectiva de marketing, las necesidades básicas incluyen precios, especificaciones de productos u otros datos y cifras que finalmente no provocarán respuestas emocionales.
Si una marca puede satisfacer una necesidad psicológica, como hacer que los compradores se sientan más simpáticos, o que formen parte de una comunidad compartida, también podrán crear una conexión emocional mucho más fuerte con ellos, ya que la relación con la marca se convierte en una declaración sobre sí mismos.
Finalmente, en la parte superior de la pirámide se encuentra la autorealización: las marcas que pueden conectarse con la capacidad de su público para convertirse en la mejor versión de sí mismos pueden crear un vínculo inquebrantable con las personas.
Desarrolla tu potencial de lealtad
En realidad, no todas las marcas podrán ayudar a sus clientes a alcanzar la autorealización, pero cuanto más arriba de la pirámide emocional puedan posicionarse, mayor será el potencial de lealtad hacia la marca.
En este punto, deberías hacerte una pregunta: ¿qué necesidades y deseos satisface tu marca hacia una mayor conexión con tu público? Si todas tus respuestas son funcionales, si la marca no aborda ningún factor psicológico o emocional, es posible que tengas algo de trabajo que hacer.
Por ejemplo, deberías organizar a tu equipo y realizar una lluvia de ideas sobre cómo la marca podría llegar a satisfacer necesidades emocionales con el público. En caso las ideas no sean convincentes, podrías optar por contratar un especialista o consultora que los apoye en esta tarea: estamos seguros que los beneficios de esta inversión se irán viendo poco a poco en el éxito de tu empresa.
Master en Diseño Gráfico por el Instituto Europeo de Diseño IED - Madrid (España). Postgrado en Marketing Digital Estratégico por la Universidad de Piura. Maestría en Educación por la Universidad Tecnológica del Perú. Comunicador con especialidad en Publicidad y Marketing de la Universidad de Lima. Docente universitario y Consultor de Comunicación.
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