El grupo constructor Líder, un cliente con el que ya habíamos trabajado, llegó a nosotros poniendo un nuevo reto sobre la mesa: decir lo que decían muchos, como no se hubiera dicho antes. Esta fue nuestra experiencia desarrollando la marca Flow. 

Estaba claro que el proyecto inmobiliario contaba con atributos que realmente lo diferenciaban de otros, y nuestro propósito fue hacerlos visibles partiendo de conceptos primarios ampliamente utilizados, pero expresándolos de una forma diferente y que conectara efectivamente con el target. La necesidad era dar a conocer un proyecto que ofrece departamentos con la posibilidad de ser parcialmente personalizados antes de su entrega, ubicados en una zona comercial, con acabados de alta calidad, y con un enfoque comunitario reflejado en sus áreas de uso común. Tras conocer estas cualidades y analizar el estudio de mercado realizado previamente por el grupo constructor, comenzamos a trabajar en una marca dirigida a millennials que tenían a la dependencia como punto de dolor, apuntando a demostrar que les ofrecíamos una solución con la posibilidad de una libertad accesible bajo la forma de independencia, autonomía, capacidad de decisión y calidad de vida. 

Partimos por el naming del proyecto trabajando en una propuesta que conectara y resonara en adultos jóvenes y que reflejara claramente los atributos del proyecto. El resultado fue un nombre breve, fácil de leer, escribir y pronunciar, y cuyo significado es una perfecta representación de un proyecto inmobiliario que fluye con las necesidades y aspiraciones de su público; que se adapta y mueve con él. Un lugar en el que existe la posibilidad de disfrutar de áreas comunes que dejan de hacer indispensable el salir de casa para disfrutar de la vida, y en el que la distribución final de los departamentos presenta opciones de personalización entre las cuales elegir: Flow.

Ya con un nombre nos dispusimos a plasmar estas características en una identidad visual que las mostrara de manera coherente. Para el logotipo nos apalancamos al aspecto de la personalización y lo trabajamos con líneas y vectores separados, haciendo alusión a las posibilidades de adaptación de los departamentos según las necesidades y gustos del cliente. Se desarrolló una propuesta muy fresca, joven, actual, con un verde moderno y natural como acento de color y alusivo a las áreas verdes y el contacto con la naturaleza que Flow proporcionaría a sus residentes, y considerando tipografías afines al público objetivo. Además, trabajamos una caseta de ventas y una gráfica ambiental capaces de destacarse en medio de edificios tan altos como para tapar la vista del departamento piloto, haciéndolas muy llamativas con el uso de neón, de manera que incluso por las noches no pasaran desapercibidas. 

Finalmente entramos en acción para unificar y aterrizar todo esto en un concepto de comunicación transversal, apto para aplicarse en distintos puntos de contacto online y offline. La dinámica dentro de nuestro equipo de trabajo, y con la participación activa del cliente, nos permitió interiorizar tanto las necesidades del negocio como las del target. ¿Pero cómo hablar de lo que tantos han hablado con una comunicación que nos diferenciara? Entendimos entonces que el concepto no debía girar en torno a la independencia y libertad como tales, sino a aquello que hace que uno se sienta libre mediante su independencia, y fue ahí donde todo engranó. Las frustraciones de ser dependiente aún, las facilidades de vivir en un un espacio con áreas comunes funcionales y atractivas, la posibilidad de decidir el resultado final del departamento en el que se dará inicio a una nueva etapa de vida… Todo esto se tradujo en la idea de que ser independiente no es siempre ser libre: “la verdadera libertad es poder elegir”.

Te invitamos a descubrir más de este proyecto en nuestra web.