Es conocido que la mayoría de las marcas funcionan mejor cuando se hacen un espacio en la mente de sus audiencias a través de elementos de diferenciación bien estructurados.

Al apegarse a ciertas reglas, colores, temas, estética, tono de voz, etc., su público las reconoce por el uso de esos elementos en todos sus soportes de comunicación.

Seguro que reconocemos el color verde de una cafetería, la combinación amarillo y celeste de la bebida de sabor nacional o el isotipo en forma de check de una reconocida marca deportiva internacional.

La razón por la que estas marcas son reconocidas sin la necesidad de decir su nombre tiene que ver con la forma de comunicar su contenido, productos y diseños. Estos están adheridos a determinados estilos que han sabido comunicar y posicionar y los incorporan en cada punto de contacto con su consumidor.

¡Todos queremos ser reconocidos con facilidad!

Todas las marcas están en la capacidad de lograr altos niveles de diferenciación, pero para ello, en primer lugar, se requiere de una guía de estilos de marca o lo que comúnmente se conoce como manual de marca.

¿Qué es un manual de marca?

Una guía de estilo de marca (también conocida como manual de marca) es un libro de reglas o manual de instrucciones que explica cómo una marca se muestra al mundo en todos sus soportes, ya sean digitales o impresos, en interiores o exteriores.

Incluye todos los elementos, colores, tipografías, estilos, temas, etc. con los que una marca se identifica y sirve como una herramienta de referencia sobre cómo debe sentirse, verse y sonar una marca para el público en general. Es una guía para la marca en términos de producción, diseño, marketing, servicio al cliente y ventas, asegurando que permanezcan consistentes con la imagen general de la marca.

¡No querrás sonar demasiado amigable hoy y muy formal mañana!

Para una compañía es muy importante asegurar que la marca se vea y se sienta igual todos los días, incluso si sus diferentes secciones o departamentos son manejados por personas distintas en el día a día. 

Asimismo, el manual de marca va más allá de los logotipos y eslóganes. Está en los colores, las imágenes, los diseños, el tema, el tono, en los estilos tipográficos y de fotografía, hasta en el estilo de redacción de los comunicados y en las redes sociales. Cubre esencialmente todo lo que necesitan saber las personas que trabajan la comunicación de la marca hacia el interior y el exterior.

¿Por qué son importantes los manuales de marca?

Aparte de que sientan las bases para el posicionamiento de la identidad de la marca en un sector específico, los manuales de marca agilizan el trabajo, acotando las posibilidades de las personas que trabajan la comunicación a ciertos parámetros establecidos, lo cual vuelve más eficiente al proceso.

Cuando una empresa crea y sigue cuidadosamente su manual de marca, se asegura de que su imagen sea coherente y consistente donde quiera que aparezca. Entonces, cuando su audiencia ve su contenido, producto o aspectos de diseño, inmediatamente piensan: ¡Sí, son ellos! generando más recordación y confianza.

El manual de marca abre las puertas a la lealtad a medida que más personas se familiarizan con la marca a largo plazo. Apuesto a que no confiarías en alguien que cambiara su forma de actuar, hablar y mirar todo el tiempo. ¡Es lo mismo aquí!

Sin embargo, no se puede crear un manual sin conocer a la marca profundamente y en su totalidad. Un manual de marca comienza con la declaración de la misión y continúa con la definición de la visión, siguiendo con los  elementos de identidad como los colores, las tipografías, los elementos secundarios, el tono de voz, etc. Por ello es importante entender que el desarrollo de un manual de marca no es un trabajo solamente gráfico, sino que implica decisiones estratégicas que se reflejarán en el posicionamiento de la marca.