Ingenio y cercanía: estos fueron los factores clave para trabajar mensajes efectivos con el objetivo de concientizar y educar a un equipo de más de 3000 personas acerca del rol y el valor de la información de una compañía y la necesidad de resguardarla. ¿Cómo lograrlo en un ámbito en el que la información es un recurso crucial para la estabilidad de la organización y todos los actores involucrados en sus tareas?

Tras una evaluación por parte de los equipos de Tecnología de la Información y Comunicaciones de Antamina, se halló que los trabajadores de la empresa carecían de un adecuado entendimiento sobre la importancia de la seguridad de la información; un problema que se origina en el contexto de su propia vida personal, en la que los colaboradores no terminaban de dimensionar la necesidad de proteger información sensible, y cuyo mal manejo podría exponerlos a ser víctimas incluso de actos delictivos. Al no ser conscientes de estos riesgos, trasladaban tanto sus criterios y hábitos de manejo de información como los propios peligros, al ámbito laboral. Entonces vimos el reto que teníamos frente a nosotros: lograr que los colaboradores comprendan e interioricen la importancia de la información de la compañía, las implicancias de dicha información en la estabilidad del negocio (incluyendo la estabilidad de los mismos trabajadores), y la necesidad de salvaguardarla.

Durante la fase de investigación del proyecto, hallamos que la forma más efectiva para conectar con nuestros públicos (los operadores, quienes trabajan en campo, y el staff, compuesto por quienes trabajan en oficina) era mediante situaciones que formaran parte de su cotidianeidad. Al entender que obtendríamos una respuesta más positiva a través de la ejemplificación y representación de este tipo de escenarios, comenzamos a trabajar en una campaña que comprendía dos fases: la primera, de concientización, y la segunda, de educación y compromiso.

La campaña se trabajó bajo el concepto “nuestra información es valiosa: asegúrala”, y se apoyó en recursos que potenciaran la efectividad de nuestros mensajes, como personajes ficticios, amigables y cercanos, basados en los arquetipos de personalidad presentes en nuestros públicos, y un estilo gráfico con ilustraciones y animaciones que permitieran dotar de vida y simpatía a estos personajes. Y, mientras los personajes eran los protagonistas, propusimos también al antagonista perfecto para representar los peligros de no cuidarla información de la empresa: un sapo. No había mejor metáfora para explicarlo. Así fuimos logrando un equilibrio adecuado al hablar de algo de alta importancia, pero en un lenguaje fácilmente comprensible y que despertara la apertura a la escucha de los trabajadores.

En una primera instancia el foco estuvo en poner en evidencia el valor y rol reales de la información de la compañía, y la necesidad de mantenerla segura y en las manos correctas. Posteriormente, nos abocamos a establecer pautas para el manejo de esta información en base a los protocolos de la organización, enseñándole así a los trabajadores qué medidas tomar para mantener siempre segura la información de la empresa, de modo que no se vieran en riesgo ni la organización, ni ellos mismos.

Creamos contextos en los que los personajes desarrollaban acciones muy cotidianas para el equipo de Antamina, complementándolos con escenarios hipotéticos de descuido ante la seguridad de la información que cualquier sapo podía aprovechar, y mostrando las potenciales consecuencias, buscando generar interés y captar la atención de nuestros públicos. El resultado fue una campaña muy bien orientada hacia las necesidades de nuestro cliente, que alcanzó los objetivos esperados.

¿Quieres conocer el desarrollo gráfico de la campaña de Seguridad de la Información de Antamina?

Míralo en nuestra web: www.overbrand.pe/proyecto/antamina