Diseño gráfico, Diseño web, Identidad - 18 marzo 2022 - Sin comentarios
Parece idílico, quizás hasta utópico, lograr una relación cliente-proveedor en la que sea claramente perceptible el beneficio mutuo y la contribución de ambas partes a la evolución de cada una. Pero esto es, nada más y nada menos, lo que hemos logrado con Black Whiskey. Sí, lo nuestro es una simbiosis.
Michael Kuryla y Daiana Milon establecieron un primer contacto con nosotros trayendo un pedido pequeño, pero pensando en grande. Sucede muy seguido que un cliente crea que basta con un logo para que una marca inicie sus operaciones. Luego de las primeras conversaciones, se puso en evidencia la necesidad real: una identidad y una estrategia de marca.
Es importante resaltar el valor y aporte de un workshop en este tipo de trabajo. Esta práctica nos permite dar con hallazgos invaluables, que difícilmente saltan en un brief inicial, pues a través de metodologías creativas para el levantamiento de información podemos indagar de forma más profunda y disruptiva en las necesidades del cliente y su marca. Además, se genera un espacio de co-creación y trabajo bidireccional en el que todos aportamos con cuestionamientos e ideas, enriqueciendo los resultados.
Desarrollamos la marca apalancándonos en sus orígenes: se trata del primer y único Whiskey Andino en todo el mundo que además es elaborado a base de maíz morado y muchos otros insumos peruanos.
A esto le sumamos atributos como la sofisticación y exclusividad, no solo por ser cualidades propias del producto sino porque el consumidor de whiskey tiene características que lo distinguen de consumidores de otras bebidas alcohólicas, y también porque los momentos y contextos en los que uno se toma un whiskey tienden a ser distintos a los de otros licores que pueden percibirse como más cotidianos.
Algo muy positivo y en lo que cabe enfatizar de esta relación de casi 5 años es que este es un cliente que siempre está dispuesto a escuchar y dejarse asesorar, y ese es uno de los factores que hoy se ve reflejado en los grandes resultados que el negocio ha alcanzado: no solo tiene presencia en los principales supermercados, licorerías y en las cartas de los mejores restaurantes de Lima, además de contar con puntos de venta también en provincias, sino que es una marca que se vende internacionalmente en países como Australia, Canadá, Estados Unidos y Taiwán.
La confianza del cliente se extendió hacia el desarrollo de la marca más allá de los parámetros de su identidad visual, y nos encargó la gestión de otros aspectos de su comunicación. El primer enfoque fue digital, para lo cual se desarrolló una landing page inicial pensada en las necesidades de una primera concepción de lo que sería la marca: un único producto.
Uno de los principales desafíos en este proyecto fue el hecho de que esta concepción inicial se tuvo que transformar en la marcha en una arquitectura de marcas, obligándonos a adaptar un planteamiento que funcionaba de manera individual de modo que se mostrara congruente al lado de nuevos productos. Lo óptimo hubiera sido conocer la proyección de un portafolio desde el inicio para que la identidad estuviera sólidamente planteada y preparada para acoger a varias marcas, pues este tipo de adaptaciones posteriores pueden no resultar muy bien debido a que el planteamiento gráfico responde a criterios y necesidades específicas y su impacto visual se apoya en la armonía lograda a través de la combinación de diferentes elementos. Si el planteamiento inicial de estos elementos es alterado sin previsión ni un adecuado sustento, el resultado puede no ser positivo… Les pongo un ejemplo. Todos identificamos claramente la tipografía de la franquicia Walt Disney, y estamos de acuerdo en que no se vería igual el logotipo de un negocio que venda globos y se llame “Juanito”, aún usando exactamente la misma tipografía, ¿verdad?
Ahora que todas las partes involucradas tenemos mejor noción de la proyección de la marca, hemos rediseñado la web pasando de una landing sencilla a un site completo y preparado para soportar toda la información y recursos necesarios para las marcas y la destilería. Seguimos atendiendo las necesidades de comunicación digital y de diseño gráfico del negocio, alimentando y retroalimentando la saludable relación que tenemos con Michael y Daiana. Black Whiskey es un gran cliente, un cliente que participa, que propone, y que escucha cuando desde nuestro frente señalamos que esa sugerencia no es el camino adecuado, sin imponer una idea por encima de la recomendación experta y profesional del equipo de Overbrand. Definitivamente es una marca que, conforme crece, alimenta nuestro crecimiento también.
Master en Diseño Gráfico por el Instituto Europeo de Diseño IED - Madrid (España). Postgrado en Marketing Digital Estratégico por la Universidad de Piura. Maestría en Educación por la Universidad Tecnológica del Perú. Comunicador con especialidad en Publicidad y Marketing de la Universidad de Lima. Docente universitario y Consultor de Comunicación.
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