Es crucial tener un sentido de comunidad en el lugar de trabajo, pero demasiada comodidad puede disminuir la motivación de los colaboradores.

Procurar que los colaboradores se sientan absolutamente cómodos con el lugar donde trabajan, con los proyectos que desarrollan y con los equipos que conforman suele ser uno de los principales mantras de un creciente número de organizaciones que buscan modernizar su gestión de talento.

Para los líderes de estas instituciones, una existencia tranquila y sin problemas es la que produce el mejor trabajo. Como resultado, diseñan sus procesos para lograr un ambiente estable donde no haya sorpresas, y las personas hagan lo que se les dice.

El dilema de sentirse a gusto en el trabajo

Sin embargo, la comodidad suele engendrar complacencia: como las curvas de aprendizaje se estancan, perdemos interés en aprender por aprender, y nuestra curiosidad se desvanece. En realidad, nos mantenemos comprometidos cuando intentamos dominar algo, pero comenzamos a desconectarnos tan pronto tomamos el control sobre los retos.

Debido a ello, cuando experimentamos interrupciones en nuestra rutina de trabajo, estamos constantemente expuestos a nuevas perspectivas, lo que nos ayuda a mantenernos frescos y alertas. Para construir (y mantener) un equipo fuerte, debemos seguir agitando las cosas.

En ese sentido, los gerentes no solo deben mantener a las personas comprometidas con sus respectivas responsabilidades, sino que además deben evitar que se queden estancadas: la gente quiere ver oportunidades delante de ellas, incluso cuando están cómodos con su situación actual.

Si no se les da esa oportunidad, o al menos se los desafía, pierden impulso e interés, especialmente si se trata de personas jóvenes que están esperando promociones y nuevas posibilidades.

Algunas estrategias para romper la rutina

Dar promociones a los colaboradores es una forma de sacarlos de sus zonas de confort, pero no es el único recurso para alentar a los empleados a crecer: por ejemplo, algunas grandes empresas utilizan programas de rotación para transferir a sus líderes de un rubro de negocio a otro, muchas veces totalmente distinto al primero.

Estos programas están diseñados para difundir las mejores prácticas de cada líder en todas las unidades de negocios, desarrollando así la capacidad de gestión en diferentes equipos, y diferenciando el talento verdaderamente clave para la organización.

Por otro lado, también existen compañías que realizan «asignaciones de trabajo», es decir, proyectos especiales que sacan a alguien de su área de experiencia para explorar una nueva oportunidad de negocio.

Cómo alterar la monotonía del día a día

Toma en cuenta que los equipos se benefician de los cambios en su entorno y procesos. Para aprovechar este factor, practica el siguiente ejercicio: mira alrededor de tu oficina y busca cosas que alguna vez fueron emocionantes pero que ahora se han convertido en algo común.

Por ejemplo, ¿hay gráficos obsoletos en el muro que alguna vez monitorearon el progreso?, ¿se dan por sentadas ciertas reuniones o rituales regulares?, ¿se han formado pequeños grupos de personas dentro de la organización? Decídete a tomar el control, y cambia la monotonía en el ambiente laboral de la compañía.

Si bien es crucial tener un sentido de comunidad en el lugar de trabajo, el personal no debería sentirse demasiado cómodo socializando solo en grupos pequeños y predecibles, gracias a lo cual perderá la oportunidad de generar nuevas relaciones y perspectivas a través de la colaboración con miembros de otras áreas.

Sabemos que el cambio es doloroso y especialmente desagradable cuando no hay nada grave que arreglar, pero lo que debes comprender y transmitir a tu equipo es que los cambios proactivos que se sienten prematuros son mucho mejores que los cambios reactivos: mientras más sufrimiento voluntario incorpores en tu vida, menos sufrimiento involuntario afectará tu vida.

El reto es entonces desarrollar un ritmo saludable para mantener al equipo en un estado de movimiento constante. Recuerda que si no sacudes a la vida de vez en cuando, la vida se sacudirá por sí misma: esto quiere decir que demasiada calma exacerba cualquier interrupción o fallo, por lo que desarrollar la tolerancia al cambio en el equipo es una estrategia positiva a largo plazo para aumentar la tenacidad y el compromiso en su organización.